¿Debemos evitar los aceites de semillas?

aceites de semillas vs aceite de oliva

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¿Están los aceites de semillas desplazando las grasas que tu cerebro necesita?

Tu cerebro está compuesto por casi un 60% de grasa, y el tipo de grasa importa. Durante la mayor parte de la historia de la humanidad, los aceites de semillas no existían en nuestras dietas. Se cocinaba con grasas naturales como el aceite de oliva.

Pero tan solo en el último siglo, los aceites de semillas altamente procesados ​​(canola, soja, maíz, girasol) se han apoderado de nuestra dieta. Hoy en día, el estadounidense promedio consume más de 700 calorías al día de estos aceites.

¿El problema? Un exceso de omega-6 de los aceites de semillas puede desplazar las grasas saludables que tu cerebro realmente necesita para funcionar correctamente.

¿Por qué es importante el equilibrio?

Los omega-6 (aceites de semillas) y los omega-3 (DHA y EPA) utilizan las mismas vías en el cuerpo. Un exceso de omega-6 implica menos beneficios de los omega-3, beneficiosos para el cerebro, como lo confirman estudios realizados en 2010, 2015 y 2016.

El auge de los aceites de semillas

En 1865, la gente consumía 0 gramos de aceites de semillas. Hoy en día, se consumen unos 80 gramos al día, es decir, más de medio kilo a la semana. No solo se encuentran en botellas de aceite de cocina; ahora se encuentran en aderezos para ensaladas, aperitivos, productos horneados y en casi todos los pasillos del supermercado, lo que impulsa este drástico aumento.

Lo que demuestra la investigación

Estudios sobre el embarazo han descubierto que las mujeres que consumen muchos aceites de semillas suelen tener niveles más bajos de DHA. Por el contrario, una mayor ingesta de DHA se relaciona sistemáticamente con un desarrollo cerebral más saludable en los niños.

Patrones internacionales

Los países que consumen más aceite de oliva y mariscos (como Japón y el Mediterráneo) y menos aceite de semillas muestran sistemáticamente una mejor salud cerebral y un coeficiente intelectual más alto.

Las buenas noticias

Uno de los cambios más sencillos que puedes hacer es reducir el consumo de aceites de semillas sustituyéndolos por aceite de oliva virgen extra fresco siempre que sea posible. Es natural, rico en antioxidantes y parte de la dieta mediterránea, reconocida desde hace mucho tiempo por favorecer la salud cardiovascular y cerebral.

El aceite de cocina puede parecer una pequeña elección. Pero con el tiempo, puede marcar una gran diferencia en tu energía, concentración y salud cerebral a largo plazo. ¿Por qué no elegir el aceite que ha formado parte de dietas saludables durante siglos?

Nota importante: aceitedelcampo.com promueve el consumo del aceite de oliva virgen extra por sus cualidades culinarias y beneficios para la salud. No obstante, no debe sustituirse ningún medicamento o tratamiento actual sin la orientación de un profesional de la salud.

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