La innovación Tunecina para valorizar los residuos del Aceite de Oliva
Túnez, consciente del desafío ambiental que representan los subproductos de su vasto sector oléicola, está apostando firmemente por la investigación y la innovación para transformar una actividad tradicional en un motor de desarrollo sostenible y competitivo. Esta nación, líder mundial en la exportación de aceite de oliva biológico, ha identificado la valorización de los residuos de la producción aceitera como una estrategia clave.
El proyecto Euro-Mediterráneo OLIWA
Una pieza central en este esfuerzo es la participación tunecina en el proyecto euro-mediterráneo OLIWA, financiado por la Unión Europea. Este programa paneuropeo tiene como meta primordial convertir los voluminosos residuos de la producción de aceite de oliva en productos de alto valor añadido.
Coordinado por la Universidad de Turín, OLIWA agrupa a seis países del Mediterráneo (Italia, España, Grecia, Turquía, Argelia y Túnez) y a un total de 25 socios institucionales y tecnológicos, demostrando un compromiso regional con la economía circular. La intención es trascender el modelo agrícola actual, que genera grandes cantidades de desechos, hacia un sistema donde las alpechines (margines) y otros subproductos de la oliva, históricamente vistos como contaminantes y difíciles de manejar, sean reutilizados de manera creativa e innovadora.
Aplicaciones innovadoras para los residuos
El proyecto OLIWA abre un abanico de posibilidades para la reutilización de estos residuos, llevándolos a diversos sectores:
- Alimentación Animal y Acuicultura: Se prevé el uso de los residuos de oliva como sustrato para la cría de insectos, que a su vez se transformarían en harina para la alimentación animal. Esto no solo proporciona una fuente de proteína sostenible sino que también reduce la dependencia de otros recursos.
- Aditivos Alimentarios: Una de las vías de alto valor es la extracción de componentes naturales presentes en los residuos. Estos componentes pueden ser utilizados como aditivos en la industria alimentaria, aprovechando sus propiedades beneficiosas.
- Materiales Sostenibles: El proyecto también contempla la fabricación de materiales de embalaje duraderos a partir de estos desechos, una línea de investigación en la que participa activamente el centro tecnológico español AIMPLAS, especializado en polímeros.
- Energía y Biogás: Se busca la producción de biogás mediante la combinación de residuos agrícolas, incluyendo los de la oliva. Esta es una manera de generar energía renovable a partir de lo que antes era un problema de gestión.
Impacto estratégico para Túnez
Para Túnez, un país con una fuerte identidad olivarera, el proyecto OLIWA y sus enfoques innovadores son de importancia estratégica. Abordan directamente los desafíos ambientales que la industria genera y, simultáneamente, abren nuevas perspectivas económicas en el ámbito de los sectores verdes e innovadores.
La meta regional, respaldada por socios como AIMPLAS, es ambiciosa: reducir el desperdicio alimentario en un 25% y fortalecer las cadenas de valor sostenibles en toda la cuenca mediterránea. Al invertir en estas tecnologías, Túnez no solo resuelve un problema de contaminación, sino que también reafirma su compromiso de transformar su tradicional industria del aceite en un poderoso motor económico, competitivo y alineado con los principios de la sostenibilidad. Este enfoque sitúa al país a la vanguardia de la valorización de residuos agrícolas.