Aceite de Acebuche
El acebuche es un olivo silvestre, adopta formas de arbusto o matorral. Su nombre científico es Olea Europaea var. sylvestris, de la misma especie del olivo, pero salvaje. Sus tallos son más recios que los del olivo, las hojas más anchas y redondeadas, y el color más intenso.
El aceite Picual se distingue por su alta estabilidad y resistencia a altas temperaturas y su alto contenido en polifenoles (antioxidantes naturales)
El acebuche es de un olivo salvaje, que puede alcanzar hasta 10 metros de altura, pero es poco usual. Lo normal es que adopte forma de arbusto o matorral. En consecuencia, son plantas muy resistentes a la sequía, se adaptan bien a suelos pobres, y pueden tener incluso espinas. Es sin embargo muy sensible al frío, sobre todo a las heladas.
En los banquetes de los famosos emperadores romanos nunca podía faltar un buen aceite de acebuche. De hecho, ya lo consideraban un manjar de dioses.
Así, las propiedades del aceite de acebuche fueron disfrutadas en la antigüedad. Y es que, se cree que la rama de olivo de la victoria en realidad pertenecía a esta variedad. Es realmente una joya de la gastronomía por sus sabores frutales y silvestres que varían en cada cosecha.
El aceite de acebuche contiene tres veces más Vitamina E y tocoferoles que los aceites de oliva convencionales. Por ello, tiene grandes propiedades dermatológicas y antioxidantes.
Aceite de acebuchina
Crecen en cualquier parte de clima mediterráneo seco, junto con quejigos, alcornoques y encinas. De hecho, son el alimento favorito de las aves en otoño y también del ganado. Su fruto, la acebuchina, es igual que una aceituna pero más pequeña. A destacar que la acebuchina produce mucha menos cantidad, aunque su calidad es exquisita. Se recolectan cientos de miles de hectáreas de olivar cada año en casi toda España. Por ello, el aceite de acebuche pasa a menudo desapercibido.
Por ello, y por la dificultad lógica de su recolección, sólo se suele encontrar aceite de acebuche «casero».
La cantidad de polifenoles y antioxidantes del aceite de acebuche triplica la del aceite de oliva Virgen Extra.
La recolección de las acebuchinas es bastante compleja, ya que son olivos silvestres, en zonas escarpadas. Esto hace que su precio suba y solo quienes quieren darse un buen capricho puedan beneficiarse de sus propiedades.
Se encuentran acebuches por todo el sur de España, muy resistentes a la sequía y adaptados a suelos pobres. En particular, en la provincia de Cádiz existen varias plantaciones en el Parque Natural de la Sierra de Grazalema.
Sin duda, de este aceite debemos destacar es su sabor, aroma y matices a hierbabuena, tomillo y romero. Por ello, es ideal para aderezar carnes y pescados.
Propiedades del aceite de acebuche
Investigadores de la Universidad de Sevilla ha demostrado que una dieta enriquecida en aceite de acebuchina reduce la presión arterial. En particular, la investigación demostró que el aceite de acebuchina permite disminuir los valores de presión arterial.
En particular, la reducción de la hipertensión es superior a la obtenida con aceite de oliva virgen extra. Este grupo lleva más de 20 años investigando los mecanismos fisiopatológicos implicados en el desarrollo de la hipertensión arterial (HTA).
Concretamente, buscan productos naturales que ayuden a paliar el daño orgánico causado por esta alteración. Debemos destacar que apenas existen datos sobre la composición y el potencial terapéutico del aceite de acebuchina.
Estos se centran sobretodo en la composición y efectos farmacológicos de las hojas del olivo y del aceite virgen extra. Durante su investigación, se suministró a ratones una dieta enriquecida con aceite de acebuchina o aceite de oliva virgen extra.
Se constató que el aceite de acebuchina reducía de «manera significativa» los valores de presión arterial en los sujetos hipertensos. Además, los resultados fueron superiores a los alimentados con una dieta enriquecida en aceite de oliva virgen extra.
Estrés ocular
Los mismos resultados se obtuvieron en el estudio del estrés oxidativo ocular producido por la HTA. Recordemos que la HTA constituye un importante factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades vasculares de la retina. Estas enfermedades están asociadas con patologías oculares, cataratas, glaucoma, degeneración macular asociada a la edad y las coroidopatías.
El grupo de investigadores ha solicitado una patente a la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM). Se refiere al «Uso del aceite de acebuchina en el daño retiniano asociado a la hipertensión arterial y patologías retinianas asociadas a la misma».
Desde AceitedelCampo siempre aconsejamos consultar cualquier duda de salud primero con su médico.