Los agricultores italianos se rebelan contra el aceite de oliva tunecino
Decenas de botes inflables rodearon un barco que transportaba aceite de oliva virgen extra tunecino cuando llegó al puerto de Civitavecchia, Italia. A bordo se encontraban agricultores afiliados a la asociación Coldiretti para manifestar su preocupación. Mientras tanto, miles de olivareros se reunieron en el muelle gritando consignas pidiendo la protección de la producción local frente a la competencia extranjera.
Según Coldiretti, la importación de aceite de oliva de países fuera de la Unión Europea, que alcanzará alrededor de 65 millones de litros en 2024, constituye una amenaza directa para el sector local.
Fraude comercial en el aceite de oliva
Además de los riesgos de fraude comercial y de engaño a los consumidores, estas importaciones han provocado un desplome de los precios del aceite de oliva virgen italiano, obligando a los productores a vender a precios inferiores a los costes de producción.
Túnez, primer exportador de este producto, vende su aceite de oliva a menos de cinco euros el litro, mientras que su equivalente italiano cuesta más de nueve euros. Esta diferencia de precios hace imposible cualquier competencia sin causar grandes pérdidas a los productores italianos.
El problema se agrava, según Coldiretti, por el hecho de que algunos importadores revenden aceite extranjero bajo una etiqueta italiana, maximizando así sus ganancias en detrimento de la transparencia y la calidad. Una situación que, más allá del perjuicio para los consumidores y productores locales, contribuye a saturar el mercado con productos de menor calidad.